PiNK
viernes, 15 de abril de 2016
El otro espejo
Por un momento pensé que mi adicción era la misma de todos, derivada de accesos inmediatos a vernos como nos queremos ver y no como realmente nos ven... pero no no no! no fui víctima de la moda, de celulares, de miles de fotos de miles de nuevos talentosos fotógrafos con filtro.
Desde que tuve en mi poder una cámara (y eso fue hace bastantes años ya) me retrataba, inventando los más impensados trípodes y poniendo las mismas caras de felicidad continua o melancolía continua, que ahora veo en mis fotos enredadas.
Esas fotos en papel que encontré en alguno de mis viajes al pasado, me dejaron en paz con mi ego, las adicciones de hoy no son producto de la edad, de la inmadurez madura, del vicio colectivo, de la moda globalizada... Me gusta fotografiar, me gusta mirar y mostrar lo que miro y me gusta mirarme y verme retratada.
En paz conmigo, en paz con el otro espejo, el que guarda las imágenes por mucho más tiempo, sigo mirando, buscando, encontrando...y fotografiando.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)